* Autoridades entregan los premios Arturo Rosenblueth 2015 a cuatro de sus egresados, en las áreas de ciencias exactas, biológicas y la salud, tecnología e ingeniería, así como ciencias sociales y humanidades.
REDACCIÓN:
CDMX, diciembre 2015.-
Un modelo de biorrefinería para obtener combustibles a partir de desechos
orgánicos; la relación del saber indígena sobre plantas medicinales con la
ciencia contemporánea; un proceso biológico para evitar que la bacteria E. coli
produzca infecciones intestinales en niños, así como un estudio que describe
las interacciones de partículas subatómicas sin carga (neutrinos) fueron los
temas de investigación galardonados con el Premio Arturo Rosenblueth 2015
Esta es
la más importante distinción académica que otorga anualmente el Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) a las mejores tesis de
doctorado desarrolladas por sus egresados.
La tesis
reconocida en el área de Ciencias Exactas y Naturales correspondió a Néstor
Hernando Quintero Poveda por su tema relacionado con los neutrinos,
egresado del Departamento de Física del Cinvestav; en el área de Tecnologías y
Ciencias de la Ingeniería el ganador fue Carlos Escamilla Alvarado, del Departamento de Biotecnología y Bioingeniería,
por su investigación sobre una biorrefinería.
En el
área de Ciencias Biológicas y de la Salud el triunfador fue el alumno Raúl
Salvador Nava Acosta, egresado del Departamento de Biología Celular del
Cinvestav, quien estudió la infección bacteriana, mientras en Ciencias Sociales
y Humanidades la ganadora fue Susana Carolina Guzmán Rosas, de la
Unidad Saltillo, egresada del Programa Transdisciplinario en Desarrollo
Científico y Tecnológico para la Sociedad con un trabajo sobre plantas.
En su
tesis Néstor Hernando Quintero
planteó la integración de nuevas partículas elementales como resultado de la
producción y posterior desintegración de un tipo de neutrinos. Puesto que son
neutros y casi no interactúan con la materia ordinaria, éstos son muy difíciles
de detectar.
Cada
segundo, cada centímetro cuadrado de nuestro cuerpo es atravesado por unos 7
mil millones de neutrinos procedentes de las radiaciones del Sol. Mediante
diversos experimentos, Quintero analizó qué procesos físicos podrían ser
sensibles a la existencia de estas elusivas partículas, lo cual eventualmente
ayudaría a diseñar herramientas para su detección.
Carlos
Escamilla Alvarado propuso un proceso modelo de biorrefinería basado en la
integración de varias tecnologías para obtener productos de alto valor agregado
como hidrógeno, metano y enzimas a partir de residuos sólidos urbanos. De
llevarse a escala industrial, este proyecto permitiría a las ciudades obtener
energía en forma sostenible, reduciendo su huella de carbono.
Mediante
cultivos de laboratorio, Raúl Salvador
Nava Acosta encontró que si se modifica la información genética de la
bacteria Escherichia coli, de manera que se evite la expresión de la proteína denominada Pet --una toxina
que daña al tejido intestinal de niños que han sido infectados por ese
microorganismo-- es posible evitar el daño celular.
Susana
Carolina Guzmán analizó, a partir de seis estudios, la relación que existe
entre el conocimiento derivado de la tradición indígena sobre plantas
medicinales y la construcción de saberes en la ciencia mexicana.
“Casi
desde su fundación, en el Cinvestav tenemos egresados de muy alto nivel que se
desempeñan como profesores titulares en universidades tan prestigiadas como la
de Toronto, Nueva York, Emory, California en San Diego y Stanford, entre muchas
otras en Estados Unidos y Europa”, señaló el director general del Cinvestav, José
Mustre de León, quien exhortó a los egresados a seguir cultivando su
gusto por el trabajo científico.
“Sus
trabajos nos enriquecen y prestigian como centro de investigación y merecen,
por lo tanto, nuestra más profunda gratitud”, expresó por su parte el
secretario académico del Cinvestav, Diego Ricardo Félix Grijalva, quien
también participó en la entrega de los premios junto con otras autoridades del
centro.