* De su personaje y fraude millonario. Su denuncia al CMLL por la vía penal y mercantil por fraude, despojo y lo que resulte.
Redacción RD:
CDMX 22 septiembre de 2023.- Jesús Juárez Rosales, mejor conocido por la afición
de la lucha libre mexicana como KeMonito ha denunciado esta semana
al
CMLL y a su tutelar Salvador Lutteroth Lomelí por el
delito de fraude en grado de autoría, por el despojo de su personaje del que ha
sido víctima y que había encumbrado en ésa empresa desde el año 2002, cuando al
separarse de Tinieblas decidió arroparse con un personaje que se ha vuelto
entrañable entre la afición mexicana.
Tras
darse a conocer a un KeMonito impostor en la función
del domingo 24 de Septiembre, Jesús Juárez ha decidido denunciar a la
otrora seria y estable por un fraude millonario en su perjuicio y lo que
resulte, resaltando además los malos tratos internos que ha recibido dentro de
la empresa para la que aún trabaja, además de incumplimiento de múltiples pagos
que siguen pendientes y por si fuera poco, ser sometido a humillaciones,
vejaciones, maltrato laboral y discriminación por su condición de enanismo.
La
importancia de este personaje denominado KeMonito radica justamente en haberse
convertido en un ícono para la lucha libre profesional mexicana. Antes de
utilizar este personaje, Juárez Rosales fue Alushe, mánager del
luchador Tinieblas y también fue conocido como Duende Maya y El Centavito.
Fuera de la lucha libre, ha participado en algunos programas de televisión como
Las Aventuras de Capulina, Incógnito y también ha colaborado con compresas como
Grupo Bimbo y Netflix.
Tras ser
llamado por Francisco Alonso Lutteroth, al inicio le propusieron ser la
mascota del CMLL y tras confeccionar el traje, debutó el 20 de Noviembre del
2002. Ganó popularidad y empezó a participar en funciones regulares, especiales
y de campeonato, así como en presentaciones fuera del CMLL. Por ese tiempo se
creó un grupo llamado "La Universidad de los Guapos" en el que
participó mayormente con Shocker y ya para entonces promotores de otros estados
pedían presentaciones del personaje. Se le dio el nombre "Kemonito" por el
comentarista Alfonso Morales.
Posteriormente,
se le ofrecieron oportunidades en eventos de diferentes marcas y medios de
comunicación. Sin embargo, antes de la pandemia de Covid-19, tuvo lesiones
importantes. Consideró retirarse y lo planteó al actual dirigente del CMLL,
Salvador Lutteroth Lomeli, y a su hija Gala y en su momento le recomendaron
esperar un poco de tiempo para ello. La pandemia sin embargo detuvo sus
ingresos y solo pudo vender souvenirs de Kemonito en redes sociales.
Al
reabrir actividades, notó una reducción en su salario y se le restringieron
ciertas actividades y funciones. Le pidieron firmar un contrato para continuar
trabajando, pero se negó hasta que le pagaran un adeudo pendiente con Grupo
Bimbo. Tras varias presiones, aceptó retirarse, pero se le impuso un acuerdo de
confidencialidad y de retiro voluntario debido a que él había comentado que se
iba a retirar en breve, algo que el CMLL alegó no autorizar, pues le comentaron
que el personaje era de ellos, no de él. También se le pidió no mencionar su
identidad como Kemonito y bajo ese esquema no iba a poder anunciar ningún
retiro.
Después
de una ausencia por motivos de salud que él justificó con la gente de
programación, se le insistió en firmar un contrato, pero los abogados del CMLL
rechazaron su propuesta y cada vez con mayor ahínco se le presionaba de
diversas formas para aceptar su dimisión sin pelear sueldos y pagos pendientes,
además que otros ex compañeros que trabajan en otras áreas del CMLL, como Ultimo
Dragoncito y Terror se sumaron también al acoso y a las presiones en su
contra.
Se
retiró de las negociaciones sin haber visto el presunto nuevo contrato del que
solo le han comentado que se haría una propuesta mínima y no lo que Jesús
Juárez solicitaba por derecho. De este modo la indefensión y el abuso de poder
por parte del CMLL siguen manifestándose en contra de otro de sus elementos.
Jesús
Juárez Rosales tiene todo el derecho a retirarse debido a lesiones y otros
motivos personales, sin embargo el CMLL no se lo permitió pues siguen deseando
explotar al personaje. A pesar de manifestar su intención, le niegan
injustamente esta posibilidad, alegando que el personaje Kemonito pertenece
exclusivamente al CMLL y que no tiene derecho a retirarse por cuenta propia.
Además,
el intento reiterado de seguirlo presionando para firmar un nuevo contrato con
condiciones menos favorables y que no reflejaban adecuadamente su larga
trayectoria en la lucha libre es un abuso mayor y un fraude.
El caso
de Kemonito destaca los desafíos y las tensiones en el mundo de la lucha libre
mexicana, donde la propiedad de los personajes y la relación laboral entre los
luchadores y las organizaciones a veces pueden dar lugar a disputas legales
complejas. Jesús Juárez Rosales ha dado un paso valiente al hacer pública su
denuncia y su caso seguramente seguirá siendo objeto de atención en la
comunidad de la lucha libre en México y un precedente para casos semejantes.