* Así lo documenta la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006 del INSP.
(Redacción).-El pasado día 8 de abril del año en curso, el Maestro. Eduardo Rangel Baltazar, especialista en Nutrición del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), impartió un seminario sobre obesidad infantil y desarrollo de estrategias encaminadas al abordaje de este tema, en la Sala de Cabildo de la Presidencia Municipal de Iguala de la Independencia, Guerrero.
Al término de su ponencia denominada “Entendiendo la obesidad infantil, un problema de salud pública”, el Maestro. Rangel señaló en entrevista con el periódico La Jornada de Guerrero, que de acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) 2006 del INSP, tres de cada diez escolares padecen sobrepeso u obesidad infantil debido a la mala cultura de la alimentación y la falta de actividad física que prevalece entre los ciudadanos.
Al respecto, habló de la necesidad de aplicar estrategias enfocadas a promover un estilo de vida saludable, mediante el mejoramiento de la calidad de la alimentación, y mediante el fomento de un programa de actividad física dentro y fuera del ambiente escolar.
Existe dijo, un incremento importante en la prevalencia de sobrepeso y/u obesidad durante las etapas preescolar y escolar, del 5 al 26%, respectivamente. El paso de los niños preescolares al nivel primaria, por lo tanto, constituye una ventana de oportunidad para mejorar la condición de salud de nuestros niños.
No obstante, lo preocupante de este problema de salud pública radica en que su desarrollo en etapas tempranas de la vida está asociada con la aparición de enfermedades crónicas no transmisibles como diabetes mellitus tipo 2, Hipertensión arterial, dislipidemias, entre otras, las cuales merman la calidad de vida de quienes la padecen.
El especialista del INSP, ubicó el origen del problema en la falta de educación respecto a los dos factores modificables del balance de energía: una mala alimentación y un estilo de vida sedentario.
Sobre este punto opinó que se deben seguir las recomendaciones del plato del buen comer, distribuyendo las comidas en 3 grupos: el de frutas y verduras, cereales y productos de origen animal y leguminosas para lograr una alimentación completa, equilibrada, suficiente, variada, inocua y adecuada, aunado con un estilo de vida activo con el objetivo de lograr una vida saludable.