* Aunque la esclerodermia no tiene cura, estudios recientes demuestran que un medicamento antifibrótico (nintedanib) puede frenar la progresión de la enfermedad pulmonar intersticial en estos pacientes.
Redacción RD
CDMX 20 junio 2019.- Este 29 de junio se cumplen 79
años del aniversario luctuoso del reconocido pintor alemán Paul Klee (1879-1940), cuya obra sustentada en el expresionismo se
vio fuertemente influenciada por la esclerodermia, también conocida como
esclerodermia sistémica, una enfermedad incurable y de origen desconocido que,
si no es atendida de forma temprana, puede generar discapacidad y muerte
prematura en quienes la sufren.
Ante la
necesidad de promover un mayor conocimiento que contribuya con su diagnóstico
precoz y tratamiento adecuado, la Organización Mundial de la Salud eligió esa
fecha para conmemorar el Día Mundial de esta condición que se estima afecta a
más de dos millones de personas, sobre todo mujeres entre 30 y 50 años de edad en una proporción de 4:1 en comparación a los hombres.
El Dr.
Jorge Rojas Serrano, especialista
en Reumatología, explicó: “La esclerodermia (del griego sclero: duro y
dermis: piel) es un trastorno autoinmune del tejido conectivo, lo que significa
que el sistema inmunológico ataca por error al organismo, provocando, en una
primera fase, inflamación crónica, endurecimiento y engrosamiento
principalmente de la piel debido a un proceso anormal de cicatrización
(fibrosis) y acumulación de exceso de colágeno.
La
enfermedad avanza y puede dañar de manera sistémica, músculos, articulaciones, vasos sanguíneos, corazón, riñones y
pulmones, entre otros órganos, con complicaciones respiratorias, cardiacas,
gastrointestinales y cutáneas potencialmente mortales; esto, sin contar las
repercusiones sociales, emocionales y económicas que tiene en el paciente, su
entorno familiar y laboral.
La
esperanza de vida de las personas depende de la progresión y el nivel de
afectación interna del cuerpo, casi 25% de ellas desarrolla enfermedad pulmonar intersticial (EPI) es
decir, fibrosis de las vías aéreas durante
los tres años posteriores al diagnóstico. “En la EPI se tiene dificultad para
respirar, tos y dolor torácico, síntomas que se agravan con el tiempo hasta que
se pierde la función pulmonar este es un factor clave de mortalidad en 3 de
cada 10 pacientes con esclerodermia,”.
Las causas no se conocen pero existe
evidencia que los factores genéticos y ambientales desempeñan un papel importante
en su desarrollo. Por ejemplo, “hemos observado que la sílice, material que se
encuentra en la arena y algunas piedras como el cuarzo o el granito, son una
causa de riesgo al igual que ciertos disolventes orgánicos como el benceno”,
comentó.
Es muy
importante que la población se informe y sepa reconocer manifestaciones clínicas primarias
como tirantez de la piel, dolor
articular, acidez gástrica, entumecimiento y una reacción cutánea (fenómeno de Raynaud) particularmente en los dedos de
manos y pies, orejas y punta de la nariz, que suelen estar acompañadas de
cambios de color e inflamación crónica. La recomendación es acudir de inmediato
con un médico reumatólogo o un neumólogo con especialidad en enfermedades
intersticiales, para hacer un diagnóstico diferencial e iniciar un tratamiento
adecuado.
El
también miembro del Sistema Nacional de Investigadores, destacó que nuevos
datos publicados en el New England Journal of Medicine (NEJM) muestran que el
antifibrótico nintedanib diseñado por B
I y aprobado en más de 70 países para el tratamiento de la Fibrosis Pulmonar
Idiopática (FPI), puede frenar la progresión de la enfermedad pulmonar en pacientes con esclerosis sistémica cuando
se compara con placebo.
Asimismo
el Dr.
José Waingarten, Gerente Médico
de Boehringer Ingelheim México, señaló: “Los resultados, presentados en la
Conferencia Internacional de la American Thoracic Society (ATS) realizada en
mayo pasado en Dallas, Texas, E.U., indicaron que quienes tomaron nintedanib no
solo mostraron un cambio en la capacidad vital forzada de 41 mililitros en
comparación con placebo, también un perfil de seguridad y tolerabilidad similar
al observado en personas que viven con FPI10.
Los
datos forman parte de SENSCIS10, un
ensayo de fase III, aleatorizado y controlado con placebo, involucró a 576
pacientes de 32 países, incluyendo México, y son la base de una
solicitud de aprobación para el tratamiento de la esclerodermia asociada a la
enfermedad pulmonar intersticial presentada por B.I a la FDA y EMA, y en México
se espera realizar ante la COFEPRIS a
mediados del 2020.
Por
ahora no hay tratamientos autorizados que actúen de forma eficaz sobre la
fibrosis subyacente o influyan en la evolución desconocida del padecimiento.
Esperamos que la investigación con nintedanib arroje datos positivos que
cumplen con el compromiso de nuestra compañía por mejorar la calidad de vida y
las necesidades no cubiertas de los pacientes”, destacó el especialista.
Finalmente
el doctor Rojas Serrano expuso: “Las enfermedades pulmonares fibróticas,
incluyendo la esclerodermia, continúan teniendo un impacto devastador en la
vida de los afectados, especialmente cuando el resto de la gente empieza a
notar los cambios físicos que se presentan. “Esperamos que, a través de una
mayor sensibilización y conocimiento se elimine el estigma que cae sobre los
pacientes y que las cicatrices que les genera puedan ser aliviadas con
innovaciones terapéuticas que les permitan tener vidas felices y plenas”.