* Autorizan tratamiento tromboprofiláctico para la trombosis venosa profunda (TVP) y embolia pulmonar (EP). • El tratamiento previene la formación de coágulos y por ende sus fatales consecuencias.
Sección a cardo de
G. Adolfo Ruiz J.
México D.F. a 10 de julio 2014.- La trombosis venosa profunda (TVP) y la
embolia pulmonar (EP), enfermedades con alta incidencia en la población y con
graves consecuencias. Son padecimientos
agregados a la lista de indicaciones terapéuticas de este anticoagulante
disponible, entre estas la prevención de embolia cerebral por
fibrilación auricular y trombosis venosa, por reemplazo total de rodilla o de
cadera.
Por esto el Dr. Roberto Águila Márquez, cirujano vascular y endovascular del
Hospital Ángeles de las Lomas, comentó: “La trombosis venosa profunda y la
embolia pulmonar son dos complicaciones del
tromboembolismo venoso (TEV), tercera condición cardiovascular más común
en el mundo después del infarto al miocardio y la embolia cerebral
En
México se desconoce la cifra exacta por TEV, pero se estima que anualmente
existen entre 400,000 y 500,000
personas que lo padecen. En Europa cada año genera el doble de decesos
que el Síndrome de Inmunodeficiencia
Adquirida (SIDA), accidentes automovilísticos, cáncer de próstata y de mama
en su conjunto.
Explicó
que el TEV ocurre cuando un coágulo
de sangre (trombo) se forma dentro de una vena y hay factores de riesgo como: pasar mucho tiempo inmovilizado debido a un
viaje prolongado o una cirugía ortopédica mayor; una enfermedad hereditaria que
coagule la sangre más de lo normal; el tratamiento sustitutivo de hormonas o uso
de pastillas anticonceptivas; inflamación de la capa interna de la vena,
lesiones graves o respuestas inmunitarias; edad avanzada, embarazo, tabaquismo,
cáncer, obesidad y mala circulación, entre otros factores que aumentan el
riesgo.
Los
trombos se forman en las venas profundas de las piernas o
pelvis bloqueando parcialmente el flujo sanguíneo (TVP). Muchas veces el coágulo, o una parte se desprende y se aloja
en otras áreas del cuerpo. Cuando sucede en un pulmón se llama embolia
pulmonar (EP), padecimiento que se presenta en 3 de cada 10 sujetos con
TVP.
A pesar
de ser la principal causa de muerte prevenible en el hospital, con
frecuencia la EP se presenta sin previo aviso y puede ser mortal en 40% de los
casos durante los primeros 3 meses. Los sobrevivientes pueden sufrir daño
permanente del pulmón y otros órganos vitales, dejándolos incapacitados para
realizar actividades sin ayuda de un cuidador, señaló el especialista.
Por parte
del Dr.
José Elizalde González, Jefe de
Neumología del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador
Zubirán, mencionó: “En ocasiones los pacientes con TVP experimentan hinchazón,
dolor a la palpación, venas prominentes, enrojecimiento o aumento de
temperatura en la piel, mientras que las personas con EP
en ocasiones presentan dificultad para respirar, dolor torácico,
sudoración, expectoración de sangre al toser y aceleración del ritmo cardiaco y
respiratorio.
La
mayoría no manifiestan síntomas específicos hasta que surgen
complicaciones como el síndrome post-trombótico e hipertensión pulmonar
tromboembólica crónica. Cuando se ha tenido el primer evento tromboembólico,
corre el riesgo de sufrir un segundo, como la cuarta parte de los afectados por
TVP y EP los presentarán a lo largo de cinco años y 1 de cada 3 fallecerá en
los siguientes 3 meses, la única manera de disminuir la recurrencia es a través del uso de
anticoagulantes de prescripción médica.
A
diferencia de la terapia estándar, con warfarina,
enoxaparina y otras heparinas que datan de varias décadas, hoy cuentan con
anticoagulantes de nueva generación como dabigatrán;
un
inhibidor directo de la trombina que previene la formación de coágulos sin
necesidad de monitoreo rutinario o ajuste de dosis. “Es un fármaco con perfil bajo de interacción con otros
medicamentos y alimentos y, al ser oral evita las terapias inyectables
facilitando el apego al tratamiento”, aseguró el profesor de la Facultad de
Medicina de la UNAM.
En ese
sentido, el Dr. Roberto Águila Márquez, explicó: “En noviembre 2013, la COFEPRIS aprobó las nuevas indicaciones
para la prevención y tratamiento de la TVP y la EP, cubriendo una necesidad de
salud cardiovascular de los mexicanos. “La seguridad y eficacia de este
anticoagulante fue ratificada por la FDA,
a través de estudios clínicos fase III, demostrando reducir la incidencia de embolia cerebral isquémica o hemorrágica
en pacientes con fibrilación auricular no valvular (una de las primeras
indicaciones) en comparación con warfarina”, concluyó.
El etexilato de dabigatrán, es un inhibidor
directo de la trombina y fue el primer tratamiento aprobado de una nueva
generación de anticoagulantes orales. Estos actúan específica y selectivamente bloqueando
la actividad de la trombina (enzima central en la formación de coágulos).
Finalmente,
los expertos expusieron que la aprobación de dabigatrán para TVP y EP
representa una noticia positiva para la comunidad médica por la necesidad de
ofrecer a sus pacientes opciones de tratamiento sencillas y confiables. Si
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