* El cardiólogo español José Ramón González Juanatey, impartió una conferencia magistral en el Cinvestav antes autoridades, estudiantes y académicos de la Institución.
REDACCIÓN:
Prevenir
o controlar la Insuficiencia Cardiaca (IC), primera causa de ingreso hospitalario
en mayores de 65 años y fase final de muchas enfermedades que afectan al
corazón, requiere de encontrar nuevos blancos terapéuticos mediante el estudio
de los mecanismos celulares y moleculares implicados en su desarrollo, señaló
el cardiólogo español José Ramón González Juanatey, en su ponencia impartida en
el Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav).
Aunque
hace dos décadas la tasa de mortalidad de los pacientes con IC era de 50 por
ciento por año, y hoy óptimamente tratado es de 10 por ciento, esta cifra sigue
siendo muy elevada, por eso es indispensable diseñar nuevas estrategias
terapéuticas, desde otro enfoque, que nos permitan tratarla mejor.
El
presidente de la Sociedad Española de Cardiología comentó que ya se ha llegado
al tope en la investigación de la mecánica, la física o la contractibilidad
(capacidad de responder a un estímulo) del corazón. Y para seguir progresando
en la lucha contra la IC se debe ver al corazón como un órgano endocrino que
produce un conjunto de hormonas, y enfocar hacia ese camino la búsqueda de
nuevos blancos terapéuticos.
Detalló
el caso de uno de los ensayos clínicos más importantes que se han realizado en
el tema, en el que se concentraron todos los esfuerzos para bloquear la
inflamación en la IC, pues había evidencia de que la inflamación del corazón
generaba un mayor riesgo y “esto parecía ser un excelente blanco que nos
permitiría bajar esa cifra de 10 por ciento, pero los tratamientos tanto a
corto como a largo plazo no se acompañaron de ningún beneficio”.
El
también miembro del Consejo Asesor de la Comisión de Sanidad de la Unión
Europea mencionó que la alta prevalencia de la IC, que se caracteriza por la
incapacidad del corazón para responder con un gasto cardiaco acorde a la demanda
metabólica del resto de los tejidos obliga a proponer un cambio de paradigma,
como lo hace una reciente publicación.
Es
necesario dejar de ver a la IC con función sistólica preservada (presión alta)
como algo mecánico. Es un síndrome metabólico en el que la oxidación jugaría un
papel determinante.
De
hecho, hay un conjunto de alteraciones metabólicas tanto en el cardiomiocito
como en el endotelio, que podrían ser responsables de la rigidez del corazón y
su incapacidad para dilatarse, si esto es así, es por ello que los últimos
ensayos han fracasado, dijo el catedrático de la Universidad de Santiago de
Compostela.
El
coordinador español para la Prevención de Enfermedades Cardiovasculares destacó
que en el abordaje metabólico de la IC diastólica, las estatinas, fármacos
inicialmente útiles para bajar el colesterol, tienen un potente efecto
antioxidante y antiinflamatorio que se acompañan de efectos favorables sobre la
disfunción diastólica en pacientes con IC y función sistólica preservada.
Entonces,
debemos preguntarnos si la IC con función sistólica preservada y los blancos
terapéuticos que tenemos que investigar están más relacionados con alteraciones metabólicas no
solo del sistema de oxidación e inflamación, sino con un sistema de receptores
que tienen esta relación tan estrecha con la rigidez de las proteínas.
Para el
jefe del Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario Universitario de
Santiago, esta es un área extraordinaria de investigación clínica y que
probablemente no solo nos puede ayudar a generar nuevo conocimiento sobre el
mecanismo de la enfermedad, sino que puede dar una nueva oportunidad
terapéutica en la IC y en otras patologías cardiovasculares.
Por
ello, instó a la comunidad científica a explorar más profundamente en el
conocimiento metabólico de los mecanismos implicados en los dos fenómenos, de
pérdida de la potencia contráctil del corazón, que corresponde a la mitad de
los pacientes con IC, vinculada a la parte isquémica y la otra mitad de la IC,
que es el gran reto, es decir, los ancianos, hipertensos, diabéticos y mujeres
que tienen contracción normal, pero su corazón se llena mal y se mueren por
edema pulmonar.