Enviada Ana Díaz Madrid:

Ixtapan de la Sal, Edo. México- Septiembre, 2013.- El sobrepeso y la obesidad (SyO), son consideradas enfermedades por la OMS, actualmente es una pandemia que afecta a personas de todo el mundo, además generadora de otros padecimientos como el síndrome metabólico, diabetes mellitus, enfermedades cardio vasculares (infartos al miocardio y cerebrales etc.), insuficiencia renal, que causan discapacidades y gran número de muertes.

México, ocupa el primer lugar mundial en sobrepeso y obesidad infantil, y el segundo en adultos, si continua, en los próximos años habrá una enorme cantidad de jóvenes y adultos enfermos que, si no regresan a su peso ideal, provocarán que el país carezca de una fuerza laboral sana y faltarán recursos tanto públicos como privados para atender las complicaciones de salud que antes sólo se veían en gente de mayor edad.

La ENSANUT 2012, reveló una prevalencia combinada de sobrepeso u obesidad en adultos de 73 % para mujeres y 69.4% para hombres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido a la obesidad y sobrepeso como la epidemia del siglo XXI. 

La doctora María Luisa Ponce López, presidente de la Academia Mexicana para el Estudio de la Obesidad, AMEO, resaltó: “A cualquier edad el Sobrepeso y Obesidad (SyO), vistas como condición y enfermedad, deben ser atendidas por un profesional de la salud, ya que la obesidad disminuye, en promedio, siete años la esperanza de vida y en combinación con el consumo de cigarro, en 14 años menos”.

Mostró cifras que señalan que el 38% de niños que presentan obesidad infantil, e iniciaron esta condición en el primer año de vida, se calcula que hasta 97% de niños con obesidad tiene resistencia a la insulina, dejó la interrogante, de que si estos niños obesos llegarán a adultos en qué condiciones de salud estarán.

Asimismo el doctor Daniel Rodríguez Choreño, explicó la necesidad e importancia que tiene la consulta médica y el diagnóstico profesional en el tratamiento del SyO,  señaló: “Individualizar los tratamientos es la clave, ya que existen múltiples causas y éstas impactan en diferente grado en cada persona, se debe tomar en cuenta el grado de obesidad que presenta cada quien, si sólo tiene sobrepeso o cuál de los tres grados de obesidad, uno, severo o dos, hasta mórbido o grado tres”

Adicionalmente, la doctora Xóchitl Ponce, secretaria técnica de la AMEO, destacó:  “Además del abordaje médico, aplicar múltiples estrategias de reforzamiento que ayudan al tratamiento, desde técnicas de cocina como horneado, asado, a la parrilla o al vapor; utilizar aderezos bajos en grasa, limón o vinagre, así como reducir el consumo excesivo de sal”.

En cuanto a los factores psicológicos, el doctor Wazcar Verduzco Fragoso, mencionó: “Existe una asociación entre obesidad y ciertas psicopatologías como ansiedad y depresión, como una conducta alimentaria emocional en respuesta al estrés o dificultad para afrontar y solucionar los problemas de la vida diaria, también se han asociado determinados trastornos de personalidad”

También, comentó: “Al menos 60 % de las personas obesas expuestas a estrés psicológico con rasgos de personalidad inmadura presentan hiperfagia (comer mucho),  como respuesta des-adaptativa a la ansiedad”. Por ello es necesario conocer la personalidad del paciente, para ir más allá de “sólo” reducción de peso y tallas”, puntualizó.

El doctor Raúl Morín Zaragoza, informó sobre los medicamentos anorexigénicos (quitan el hambre), son medicamentos recetados por médicos, para tratar la obesidad, cuando la dieta, ejercicio y manejo del comportamiento respecto a los hábitos alimentarios han fracasado o es insuficiente”. Todos provocan en mayor o menor grado, efectos adversos como insomnio, nerviosismo e irritabilidad, sin ser anfetaminas, por eso los fármacos deben ser prescritos estrictamente por profesionales de la salud.

Recomendó,, que en los tratamientos antiobesidad debe prescindirse de la anfetamina, ya que el riesgo de adicción es alto, y remarcó que los anorexigénicos NO son anfetaminas, sólo tienen un efecto de controlar del hambre, pero no estimulan el sistema nervioso central, sino las vías nerviosas noradrenérgicas.

Los asistentes al Primer Simposium sobre Atención a la Obesidad en México, coincidieron en la importancia de prevenir y tratar multidisciplinariamente el sobrepeso y la obesidad, se requiere abordarlo desde la perspectiva clínica, psicológica, social y personal. Los expertos concluyeron:” Dejar alguno de estos elementos o restarle importancia puede ser la diferencia entre un intento fallido o lograr una mejor calidad de vida con un efecto duradero”, finalizaron los ponentes.

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