Sección: AVANCES MÉDICOS


HASTA EL 10% DE LOS NÓDULOS TIROIDEOS, SON MALIGNOS.

* El cáncer de tiroides es más común en las mujeres que en los hombres, con un diagnóstico de hasta tres veces más frecuente en ellas. La edad media del diagnóstico es de 45 años.

Sección  cargo de G. Adolfo Ruiz:

La tiroides, es una glándula en forma de mariposa que está ubicada en la base del cuello, produce, almacena, y libera hormonas tiroideas (T3 y T4), las cuales influyen en casi todas las células de su cuerpo y ayudan a regular su metabolismo.

También se “enferma”, ya que cuando se altera provoca hipertiroidismo o hipotiroidismo que afecta el metabolismo de las personas, también puede formarse un nódulo tiroideo siendo una de las principales causas de cáncer de tiroides, pero se presenta un caso por cada diez personas, lo que significa que la mayor parte de los nódulos son benignos; sin embargo, es necesario hacer un análisis para descartar la presencia de esta neoplasia.

Una de las formas más comunes de conocer si un nódulo es canceroso, es mediante una punción aspirativa, que consiste en insertar una aguja muy fina en el nódulo para obtener una muestra que se analizará en el microscopio y complementado con algunos análisis de sangre en donde se mide el nivel de la hormona tiroidea en el organismo.

Si se detecta cáncer de tiroides, el tratamiento inicial consiste en la extirpación quirúrgica de la glándula tiroides (tiroidectomía) y en la ablación (eliminación) de los remanentes con yodo radioactivo; posteriormente, se requiere un control a largo plazo y revisiones periódicas.

Sin embargo, durante estos periodos de evaluación, los pacientes deben suspender la terapia tiroidea, lo cual ocasiona hipotiroidismo agudo (deficiencia de hormonas tiroideas), el cual ocasiona trastornos cardiovasculares como hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca.

Para evitar el desarrollo de estos padecimientos, se requieren tratamientos que contienen hormonas estimulantes de tiroides (TSH). Por lo tanto, el uso de esta hormona será benéfico y mejorará notablemente la calidad de vida del paciente.

Causas: Los científicos no pueden determinar con exactitud la causa del cáncer de tiroides, aunque puede presentarse en cualquier persona, existen algunos factores de alto riesgo que han sido vinculados a la enfermedad: Antecedentes familiares, exposición a radiaciones de una radioterapia en cabeza, cuello, o tórax durante la niñez., entre los más importantes. 

Diagnóstico: que se encuentre en un nódulo tiroideo (abultamiento que se puede notar en la base de la garganta). Aunque son muy comunes, solo el 5%  son malignos. La confirmación es por una punción aspirativa con aguja fina que se inserta directamente en el nódulo para sacar una muestra. El material se analiza bajo el microscopio. El procedimiento es rápido, seguro y no causa mucho malestar. Existen cuatro tipos principales de cáncer de tiroides: Papilar. Folicular. (El 90%) Medular y Anaplásico

Tratamientos: Una vez diagnosticado, el primer paso es una cirugía para extirpar la glándula tiroides (tiroidectomía).

Seguimiento: El cáncer de tiroides puede reaparecer o diseminarse a otras partes del cuerpo, aún muchos años después de la tiroidectomía (extirpar de la glándula), Por lo que es importante el control a largo plazo. Existen tres pruebas principales que se pueden poner en marcha para determinar si después de los tratamientos existen algunas células cancerígenas: la prueba de tiroglubina (Tg), el ultrasonido y la gammagrafía de cuerpo entero.

La ablación (quitar) del remanente reduce el riesgo de recurrencia y diseminación del cáncer, a la vez que facilita pruebas de imagen futuras, el médico especialista es el encargado de brindar el diagnóstico y tratamiento de este padecimiento.


Publicado: 30/07/2013