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EL CINVESTAV CELEBRÓ, 25 AÑOS DE SU LLEGADA AL ESPACIO.

* Científicos del Centro desarrollaron un sistema de electrocupuntura para reducir los efectos de la ingravidez en los astronautas que viajaron en la misión del Atlantis


Hace 25 años la tecnología desarrollada por científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) llegó al espacio a bordo del transbordador Atlantis, se trataba de un aparato de electrocupuntura, con el propósito de encontrar la forma de reducir las tensiones y náuseas en los viajeros espaciales y de restablecer el sentido del equilibrio, mediante la aplicación de estímulos eléctricos en puntos previamente definidos.

Los científicos del Cinvestav, rediseñaron este aparato que había sido aprobado para pruebas en el espacio y que fue lanzado en la Mision STS 61-B del transbordador Atlantis, que también puso en órbita el satélite Morelos, con lo cual la NASA dio la oportunidad a México de participar en la investigación en el espacio.

La sección de Bioelectrónica de Cinvestav, se encargó de modificar y reducir el equipo usado en el experimento de electrocupuntura para soportar las vibraciones y fuerzas generadas durante el despegue, así como garantizar un funcionamiento seguro en condiciones de ingravidez, en la misión que permaneció en el espacio del 26 de noviembre al 3 de diciembre de 1985.

Es así que después de 10 mil años del ejercicio de la acupuntura en el lejano Oriente y de tres cuartos de siglo en Europa, correspondió a México la satisfacción de utilizarla en el espacio exterior por primera vez, al darle la variante de emplear equipo electrónico que no requiere perforar la piel de las personas.

Con el sistema se realizaron mediciones en 40 puntos centrales de los meridianos y vasos definidos por la electrocupuntura, los cuales son representativos de las condiciones particulares del organismo. El propósito era precisar  un diagnóstico en 21 puntos específicos que generalmente se alteran cuando existen condiciones diferentes a las encontradas en el hábitat normal de todo ser humano. Los puntos de medición fueron el corazón, intestino grueso, el sistema endócrino, proceso vascular, sistema nervioso, el colon, el riñón y estómago, entre otros.

Los científicos plantearon la hipótesis de que una de las causas por las que los tripulantes tienen dificultad para caminar es la alteración del equilibrio corporal. Lo que se buscó era corregir este tipo de trastornos con el sistema creado por el Cinvestav, que se presentan en todos los vuelos espaciales, a través de medir y controlar las alteraciones de los sistemas nerviosos y auditivo.

A partir del equipo rediseñado por científicos y estudiantes del Cinvestav, se confirmó que es más evidente la capacidad de restablecimiento del equilibrio en el lado derecho del cuerpo.

Entre los investigadores del Cinvestav que participaron estuvieron: Joaquín Remolina López, Vicente Galeana Castro, Joaquín González Silis, Jorge Gutiérrez Díaz, Tomás Murguía Nuno, Pablo Rogelio Hernández y Javier Contreras Sandoval,  la investigadora Cecilia Montañez, del Departamento de Biología Molecular y Genética quien proporcionó los virus y bacterias usados en otro de los experimentos, el de bacteriófagos.

Haciendo uso del Sistema de Transbordadores Espaciales de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), fueron puestos en órbita los satélites Morelos I y Morelos II, en 1985, hace exactamente 25 años.


Publicado: 16/12/2010