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El androide podrá realizar actividades como caminar, sentarse y subir escaleras.*El proyecto busca contribuir al avance y la investigación de la robótica mexicana.
Científicos del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) construyen el robot humanoide más avanzado en su tipo en Hispanoamérica, con características similares o incluso algunas superiores a los construidos por empresas japonesas, americanas o europeas, pero lo más destacado, a un menor costo.
El robot, que medirá 1.05 metros de altura, tendrá la habilidad de aprender por experiencia y podrá realizar actividades como hablar, caminar, subir escaleras y sentarse, explicó Eduardo Bayro Corrochano, investigador del Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias Computacionales, grupo de Control Automático del Cinvestav, Unidad Guadalajara.
Este importante proyecto se convierte “en un trampolín para que la investigación científica mexicana avance de manera significativa en esta área tan poco explorada en el país”, afirmó el investigador, quien precisó que dicha tecnología tiene un amplio potencial de uso en el futuro, desde actividades domésticas y culturales, como guías de museos, hasta en el cuidado de la salud como asistente en hospitales.
El androide tiene dos computadoras de alto rendimiento que atenderán 80 dispositivos periféricos, con sensores de torque, de posición y además contarán con 12 Mems (Sistemas Micro-electromecánicos) en cada extremidad inferior, que le permitirán escanear la superficie que está pisando y así lograr el balance requerido para mantenerse en pie.
Estas computadoras del tipo Athena y Poseidón, empleadas normalmente en sistemas de automatización, están colocadas una en la parte posterior y otra en la anterior. La primera se encargará de atender los numerosos sensores y adaptar los parámetros de los controladores y la segunda atenderá todos los procedimientos de datos e imágenes de alta velocidad. Ambas computadoras estarán conectadas a un servidor inalámbrico que actúa como una extensión del cerebro artificial del robot.
La idea es que al desconectar al humanoide, el cerebro artificial con 4 teraflops de capacidad, pueda refinar miles de redes neuronales, optimizar parámetros usando algoritmos genéticos y encontrar reglas de inferencia difusas, todo lo anterior, para almacenar la información que el androide acumuló durante su actividad.
El objetivo es que al conectar el robot, toda la información procesada sea transferida a éste, para “crearle una memoria” y así permitirle un comportamiento mucho más evolucionado y cercano al de los humanos, así con el paso del tiempo, el androide almacenará experiencias y nuevos aprendizajes, mejorando su capacidad cognitiva, explicó el investigador.
El sistema del androide está planeado para que tenga 40 grados de libertad: 4° en la mano, 5° en los brazos, 4° en la cabeza, que le permitirán tener movimientos oculares (vergencia); 2° en la pelvis, 7° en cada pierna, 2° en la unión de la pelvis y 1° en cada pie para flexionar la planta y así darle mayor posibilidad de estabilizarse.
Por el momento, las extremidades inferiores del robot se desarrollan en Boston Massachusetts, Estados Unidos, pero los investigadores del Cinvestav, están realizando simulaciones para que las piernas sostengan el tronco y la cabeza del humanoide, el cual pesará de 10 a 12 kilos.En lo que respecta al caminado, también se están practicando simulaciones para que de esta forma el robot pueda desplazarse seguro y con naturalidad, de un lugar a otro.
El proyecto es el primer trabajo de este tipo que se desarrolla en Latinoamérica; su costo de producción es bajo (unos 90 mil dólares) en comparación de otros androides de marcas como el Qirio de Sony, HRP-2 y 3 de Kawada o el Asimo de Honda, éstos dos últimos con un costo de 1.3 millones de dólares; además de tener características superiores, como lo es la vergencia, tres dedos controlables y plantas con sensores.
Gracias al trabajo del Cinvestav y ROBAI Energid Boston MA, se espera que en los próximos años se puedan tener versiones más avanzadas, con mayor potencia en los motores y autonomía y un revestimiento que le dé una apariencia más “humana” a la máquina.