|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Por G, Adolfo Ruiz J.
CDMX 27 julio 2020.- En el entorno del “Día Mundial contra la Hepatitis,” que se conmemora el 28 de julio y bajo el lema, “Aún hay tiempo, atiende el cáncer de hígado”, Roche México realiza un esfuerzo por compartir a la sociedad mexicana el impacto de este padecimiento, así como concientizar acerca de la importancia de un diagnóstico temprano que permita a los pacientes recibir una atención médica oportuna.
Por ello la Dra. Laura Cisneros; y el Dr. Carlos Flórez; abordaron el tema con datos relevantes de esta enfermedad hepática, que en etapas iniciales es silenciosa y va pasando por varias etapas; hepatitis (inflamación del hígado), cirrosis (tejido cicatricial en el hígado, y cáncer de hígado.
La cirugía es la única manera de intentar curar el cáncer de hígado y puede hacerse para extraer la parte del hígado con el tumor o para hacer un trasplante de hígado.
El Carcinoma Hepatocelular (CHC) o cáncer de hígado, es el tumor hepático primario más frecuente; en México en 2018, hubo 7,265 nuevos casos y 6,868 muertes asociadas a este tipo de cáncer. Aproximadamente el 90% de los tumores que se originan en el hígado corresponden a CHC * (datos Globocan 2018).
Al menos el 65% de los casos de CHC son atribuibles a causas virales, es decir, infección crónica por Hepatitis B y/o C. O además de otros factores de riesgo a los que se atribuyen el 35% de los casos pueden ser el tabaquismo, la obesidad y el consumo de alcohol, diabetes mellitus y Enfermedad de hígado graso No Alcohólico (EHGNA), ambos, problema de salud pública en México, y que han ido en aumento en la población mayor de 20 años.
Las hepatitis víricas crónicas pueden conducir a cirrosis y/o cáncer de hígado, siendo las hepatitis B y C las más frecuentes en el mundo. El cáncer de hígado es un tumor que se origina en el tejido del hígado (tejido hepático); el más frecuente es el hepatocarcinoma (CHC), que constituye el 90 % de todos los cánceres de hígado.
El CHC es una enfermedad compleja que se detecta en etapas tardías, lo cual hace evidente la necesidad de mejorar las estrategias de diagnóstico y tratamiento oportunos, mismos que permitirán mejorar el pronóstico del paciente y evaluar la valoración con un enfoque multidisciplinario que permita contemplar terapias innovadoras que mejoren el pronóstico para el paciente.
La tasa de supervivencia a cinco años de este tipo de cáncer es de 18% y en etapas avanzadas es de 2%. Aproximadamente el 20% de los pacientes con CHC tardan más de tres meses en ser diagnosticados, lo que contribuye al crecimiento tumoral. De acuerdo con estudios realizados en México en las últimas cinco décadas, se ha confirmado el incremento en su incidencia y mortalidad.
La Dra. María del Mar García Ortega, Oncologa Médica, Medical Science Liaison Oncología Roche México, concluyó: “El pronóstico de vida del paciente de cáncer de hígado depende principalmente de dos factores: la detección oportuna y el tratamiento adecuado. Actualmente existen terapias innovadoras que han logrado retrasar significativamente la progresión de la enfermedad, lo cual representa una mejor expectativa de vida para los pacientes.”.
Algunas de sus causas son; sobrepeso u obesidad, prediabetes, diabetes tipo 2, colesterol y triglicéridos altos e hipertensión arterial. El tratamiento puede incluir las siguientes opciones: Perder peso si presenta sobrepeso. Llevar una dieta saludable con un bajo contenido de sal. No consumir alcohol. Realizar actividad física. Vacunarse contra enfermedades como la hepatitis A y B. Reducir sus niveles de colesterol y triglicéridos.
Síntomas que pueden hacer sospechar de cáncer de hígado: Pérdida de peso inexplicada. Fatiga. Pérdida de apetito o sensación de plenitud después de una comida pequeña. Náuseas o vómitos. Fiebre. Aumento del tamaño del hígado, que se siente como una masa bajo las costillas del lado derecho. Aumento del tamaño del bazo, que se siente como una masa bajo las costillas del lado izquierdo. Dolor en el abdomen o cerca del omóplato derecho por mencionar.
Así lo dieron a conocer los médicos especialistas en el tema, quienes abordaron varios de los tratamientos como la Ablación por radiofrecuencia terapia con microondas utilizan calor para destruir las células cancerosas. La inyección percutánea de etanol es cuando se inyecta alcohol directamente en el tumor hepático para destruirlo. La radioterapia es el uso de rayos X u otras partículas con alta potencia para destruir las células cancerosas.
La terapia dirigida es un tratamiento con fármacos bloquea el crecimiento y la diseminación de las células cancerosas y, a la vez, limita el daño a las células sanas, nmunoterapia La inmunoterapia, está diseñada para estimular las defensas naturales del cuerpo a fin de combatir el cáncer y para mejorar, dirigir o restaurar la función del sistema inmunitario. Actualmente, la inmunoterapia se está estudiando en ensayos clínicos para el HCC y no se considera como una opción de tratamiento estándar. Concluyeron los especialistas. Cerca del 20% de los pacientes con CHC tardan más de 3 meses en ser diagnosticados, lo que contribuye al crecimiento tumoral.