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Por G. Adolfo Ruiz J.
Guadalajara; Jalisco, 14 junio 2020.- Los profesionales de la salud se enfrentan a una carga de trabajo sin precedentes, pues aquellos que trabajan en hospitales COVID, deben de enfrentar turnos de hasta 12 horas, en donde es indispensable portar pesado equipo de protección dentro de espacios cerrados sin aire acondicionado, ya que éste contribuye a la propagación del COVID-19, en donde las temperaturas se llegan a elevar hasta los 37 grados centígrados, provocando en algunas personas fuertes dolores de cabeza y hasta mareos ocasionados por la deshidratación y las emisiones de dióxido de carbono.
La deshidratación y la mala alimentación se han convertido en un problema para el personal médico y de enfermería que atiende casos de COVID-19. La falta de tiempo para comer y las largas jornadas que tienen que cubrir portando pesado equipo protector, han ocasionado que la mayoría de los médicos presenten altos índices de deshidratación además de fatiga por el Síndrome de Burnout.
El Síndrome de Burnout se caracteriza por: Agotamiento emocional, fatiga y depresión. Relación de los síntomas con la actividad laboral. Predominancia de estos síntomas en los ámbitos mentales y conductuales sobre el cansancio físico. Es un trastorno emocional de creación reciente que está vinculado con el ámbito laboral, el estrés causado por el trabajo y el estilo de vida del empleado.
En el marco de esta contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus, el Dr. José Manuel Hernández Arias, médico especialista en psiquiatría y Gerente Médico de Psiquiatría y Sistema Nervioso Central de Grupo PiSA, explicó: “Por la demanda de trabajo que se vive en los hospitales, los médicos están presentando cuadros de estrés elevados, ya que todos los días se enfrentan de cerca a la pérdida de vidas, además de experimentar el miedo de ser contagiados de COVID-19 y llevar este virus a sus familias.
“Aunque en nuestro país todavía no existen estadísticas al respecto, sabemos que el personal médico y de enfermería enfrenta a una carga de trabajo extenuante que nunca se había presentado antes. El estrés y la fatiga se han vuelto una constante en sus vidas durante los últimos meses y la mayoría de ellos, han reportado desánimo, depresión, insomnio, decepción, síntomas que coinciden con el síndrome de burnout”, indicó el médico especialista en psiquiatría.
Por su parte, Alejandra López López, Coordinadora de Nutrición de Bodylogic, explicó: “La deshidratación puede ocasionar dolor de cabeza, sequedad en las mucosas, náuseas, debilidad, bajo rendimiento, fatiga mental y física y poca necesidad de orinar”.
“El personal de salud que atiende casos de COVID-19 debe portar goggles, cubrebocas, careta de protección, traje especial, dobles guantes quirúrgicos y cubre zapatos. Todo este equipo lo deben llevar puesto, sin retirarlo para ir al baño o tomar alimentos, de 6 a 8 horas al día, dependiendo de la duración de su jornada”.
Esto, naturalmente, ocasiona deshidratación y deficiencias en la nutrición por lo que se recomienda que los médicos y enfermeras se hidraten antes y después de su jornada con suero rehidratante que contenga electrolitos como sodio, potasio, calcio y magnesio, además de glucosa.
Esta última es muy importante en un suero, pues la glucosa es el transportador natural de los electrolitos y asegura una mejor absorción”, detalló la especialista en nutrición egresada del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UDG).
En este sentido, la Coordinadora de Nutrición de Bodylogic agregó: “Para combatir el síndrome de desgaste profesional o burnout, es de bueno llevar una dieta a base de frutas y verduras que incluya antioxidantes que proporcionen la cantidad adecuada de vitaminas y minerales que contribuyan al funcionamiento adecuado del sistema nervioso e inmunológico. Los alimentos ricos en vitaminas B, C, D y E y ácidos Omega-3 pueden ayudar a enfrentar el agotamiento producido por la carga de trabajo excesiva.
Por su parte, el Dr. José Manuel Hernández Arias, médico especialista en psiquiatría y gerente médico de psiquiatría y Sistema Nervioso Central de Grupo PiSA, señaló: “El desgaste que se vive día a día dentro de los hospitales se ha desarrollado un síndrome similar al burnout en el personal médico.
“Los altos niveles de estrés siempre han sido una constante en el personal de salud, especialmente en aquellos que trabajan en hospitales públicos, pero con el inicio de los contagios por COVID-19, se han comenzado a dar casos de agotamiento emocional por estrés crónico, fatiga y, en algunos casos, trastorno de estrés agudo (TEA)”, finalizó el médico especialista en psiquiatría.
También el gerente de Grupo PiSA, explicó: “Además de vivir una carga alta de estrés y ansiedad por el cansancio extremo, también se han detectado casos ansiedad y crisis de pánico. Para atender esta problemática, la Secretaria de Salud (SSA) lanzó el “El Plan de Acción en Salud Mental”, donde se da atención al personal médico con la finalidad de mejorar la situación laboral, familiar y personal de aquellos que han sido afectados de alguna manera en esta pandemia”, así concluyeron los especialistas sobre el tema.