* Esta alternativa para mejorar la salud considera que las personas que varían diariamente los colores de su vestimenta, tienen más tendencia a mantenerse sanos.
El objetivo del tratamiento es combatir los males que alteran el buen funcionamiento físico, haciendo que la vibración de los colores se ponga en resonancia con la vibración del campo bioenergético, al cual se le conoce por el nombre de aura.
Los tratamientos de la terapia con los colores van desde la simple corrección de un estado de ánimo (ayudar a la persona a calmarse o a aumentar su energía), a la regulación de anomalías como podrían ser la presión sanguínea, problemas en el funcionamiento orgánico o en la estructura ósea, aparición de infecciones, obesidad, anorexia, entre otras.
Una función para cada color:
En este tipo de terapia, cada color corresponde a una función, por tanto, puede armonizar por sí solo. Es considerada como una herramienta, al ser información, tanto física como psíquica, explica salud.bioetica.org
- Rojo: Estimulante del hígado y a la circulación de la sangre. Ayuda en la bronquitis, de la impotencia y el reumatismo.
- Naranja: Color antifatiga, estimula el sistema respiratorio y ayuda a la fijación del calcio.
- Amarillo: Da energía al sistema digestivo y tono a los músculos.
- Verde: Color sedativo; reposa y fortifica la vista. Tempera la excitación sexual. Disminuye la tensión sanguínea. Mejora las úlceras.
- Azul: Antifiebre. Antiséptico y astringente. Refrescante. Ayuda en el asma, el exceso de peso. La celulitis.
- Violeta: Tiene buenos efectos sobre los casos siguientes: epilepsia, contracturas y anemias.
- Púrpura: tiene propiedades hipnóticas.
- Magenta: aumenta la tensión arterial y combate los estados de tristeza.
La cromoterapia no tiene límites en cuanto al tipo de tratamientos que puede efectuar, si bien los resultados en algunos pueden ser más rápidamente visibles que en otros; es considerada una terapia suave. No es tóxica, ni tiene efectos secundarios, pudiendo ser aplicada en cualquier edad y asociarse con otras medicinas para potenciar sus efectos.
Consiste en utilizar el color para tratar enfermedades físicas y trastornos emocionales. Reúne aportaciones de la psicología, medicina, arte y física. Los colores tienen la capacidad de calmar, inspirar, excitar, equilibrar o alterar nuestras percepciones, lo cual llevó a considerarlos como instrumentos terapéuticos por sí mismos. Cada color emite unas vibraciones características que nos llegan de distinta manera y producen efectos diferentes.
La cromoterapia utiliza ocho colores que son el rojo, el naranja, el amarillo, el verde, el turquesa, el azul, el violeta y el magenta.
Hipócrates usaba ungüentos y bálsamos de diferentes colores y el médico árabe Avicena, en el siglo IX escribió sobre las propiedades del color en el tratamiento de las enfermedades, aunque durante unos siglos la cromoterapia estuvo olvidada, en el siglo XVIII científicos y filósofos se interesaron por ella y en el siglo XX empezó a utilizarse de nuevo con fines terapéuticos. Una gran aportación fue el test del color de Lüsher, que estudiaba la influencia de los colores en las diferentes partes del sistema nervioso autónomo, el metabolismo y las secreciones glandulares.
La cromoterapia está presente en la naturaleza. La altitud influye en la distribución del color. Mientras en cuevas y sótanos está presente el negro y los infrarrojos, a nivel del mar, en la sabana y en las llanuras aparecen el rojo y el naranja; en la meseta y los campos cultivados se da el amarillo, en las colinas y montañas suaves, el verde, en los ríos de montaña el azul, en montañas elevadas y profundidades marinas, el índigo y violeta y en el cielo el blanco.
Según la cromoterapia, para que la alimentación sea adecuada se debe tener en cuenta los colores de los alimentos. Los alimentos de color rojo, naranja y amarillo son revitalizadores y estimulantes; los verdes equilibran el cuerpo y sirven de tónico, los azules, añil y púrpura son tranquilizantes y refrescantes. El rojo está presente en mariscos, carnes rojas, sal alcohol y semillas. El naranja se encuentra en los derivados lácteos, carnes blancas, azúcar, miel, y aceite de oliva. El amarillo lo contienen el pescado, legumbres, carne de ave y aceites ligeros como el de maíz. El verde se encuentra en cereales, frutas y verduras. el azul está presente en algunas verduras y ensaladas y el índigo se encuentra en las infusiones y el violeta en el agua y el aire.
Tratamiento con Cromoterapia:
Una habitación completamente blanca es perfecta para la cromoterapia, pues se puede proyectar cualquier color llenando la estancia, bañándonos completamente en la luz del color elegido. También se puede utilizar el color deseado en una zona concreta del cuerpo. Suele aplicarse una sesión diaria de unos 30 minutos. Tras 15 días de tratamiento empiezan a notarse sus efectos. El tratamiento debe aplicarse con el mínimo de ropa o vestido con tejidos naturales, preferiblemente seda de color blanco. Si desea conocer más acerca de la terapia cromática, contacte la página de medicina: www.cepvi.com.