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G. Adolfo Ruiz/Ana Díaz M. (fotos):
México D.F. Febrero de 2014- La disfunción eréctil (DE), es un problema que va en aumento y para resolverlo se tiene que recurrir al médico para su diagnóstico y tratamiento, pero hay que quitar las barreras psicosociales, para su atención. Esto permite conocer la causa para que ser resuelta de manera efectiva. La salud emocional, autoestima, trabajo y entorno social: principales consecuencias de no atender adecuadamente la disfunción eréctil.
Fue así que el Dr. Manuel Dehesa, Especialista en Urología del Hospital Español, comentó: “La mujer va 150% más veces al más al médico que los hombres y como consecuencia las enfermedades se tratan tardíamente”.
La DE es la incapacidad de tener o mantener una erección satisfactoria para el desempeño sexual, .Se han identificado tres aspectos importantes relacionados con ello: la incapacidad en obtener la erección, la dificultad en mantenerla y la afectación en la satisfacción del desempeño sexual. Los hombres hasta la 8ª década de la vida son sexualmente activos.
Señaló, que datos del INEGI, refieren que en México existen 54 millones 855 mil hombres, de los cuales 11 millones 923 mil hombres se encuentran en un rango de edad entre los 40 y 60 años, de estos se estima que el 30% padece algún grado de DE, lo que representa un total de 3 millones 576 mil mexicanos en esta condición, y de los cuales, sólo algunos reciben algún tipo de tratamiento.
En algunos hombres surge como un efecto secundario o reacción al tomar ciertos medicamentos prescritos principalmente para tratar la hipertensión, gastritis, enfermedades del corazón y depresión.
También puede relacionarse con el estilo de vida, el tabaquismo o por una condición de salud, al padecer una enfermedad como: hipertensión, dislipidemias, obesidad, trastornos prostáticos, diabetes mellitus, o alguna de tipo vascular.
Es importante que los pacientes reconozcan los grados que existen para autoevaluar la firmeza de sus erecciones y acudan con un especialista. Son cuatro grados: 1) El pene se agranda pero no se torna firme; 2) El pene se torna firme, pero no lo suficientemente firme para la penetración; 3) Lo suficientemente firme para la penetración y 4) Completamente firme y rígido.
La mayoría de los hombres, piensan que la firmeza es el factor más importante en su actividad sexual y a mayor firmeza, mayor placer, esto les brinda confianza y autoestima en la relación de pareja, por ello los pacientes con DE, deben acercarse a su médico para ser tratados”. En los años 90´s se desarrolló Viagra (sildenafil), como vasodilatador en síndromes cardiovasculares, en 1995 se lanzó para tratamiento de la DE, con más de 15 años, líder en el mercado, entre vardenafil y taladafil.
En su participación Ana María, gerente de producto, mencionó que Pfizer cuenta con esta alternativa de tratamiento que cuanta con caso 20 años de experiencia a través de estudios clínicas que avalan su efectividad, se presenta en comprimidos de 50 y 100 mgs, finalizó.
El impacto emocional de la DE en general, es una pesada carga que por aspectos culturales, los hombres tienden a expresar menos sus sentimientos y más cuando el principal factor es la dificultad para lograr una erección, la relación de pareja se ve afectada por la vergüenza o culpa y estas emociones se transforman en barreras que le impiden conversar con la pareja sobre el problema o acudir al especialista, concluyó el especialista.
Si desean conocer más acerca de esta iniciativa #placerenelnivelapropiado