* Este estudio de ciencia básica es pionero en su campo, y es una alternativa de investigación que puede ofrecer un método de diagnóstico, pronóstico y terapéutico, más efectivo que los actuales.
REDACCIÓN:
México. D.F. 2014.- Científicos del Centro de
Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) encontraron que la
sobreexpresión de pequeñas partes de ARN (ácido ribonucleico) conocidas como
microRNAs, logran inhibir células tumorigénicas del cáncer cérvicouterino, lo
que podría sentar las bases para generar a futuro un fármaco que ayude a
revertir lesiones para este tipo de cáncer.
De acuerdo con Jesús Adrián López, egresado del
doctorado por el Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav,
en esta investigación pionera en su campo, se logró inhibir a nivel in vitro la
proliferación celular, la migración, la invasión y el incremento de la muerte
celular programada (apoptosis) al sobre expresar algunos microRNAs.
Adrián
López, quien recientemente obtuvo el Premio Arturo
Rosenblueth a la mejor tesis de doctorado del Área de Ciencias Biológicas y de
la Salud por esta investigación, detalló que la sobreexpresión de microRNAs
también podría ayudar a reducir ese tipo de carcinomas o inhibir su metástasis.
Explicó que los microRNAs son RNAs pequeños no
codificantes que se localizan en el genoma; su importancia radica en que
regulan más de un tercio de éste, por lo que todas las personas los tenemos en
nuestro ADN, de tal forma que vamos a encontrarlos asociados a casi cualquier
tipo de enfermedad.
La diferencia de esta investigación con otros
estudios, es que la mayoría analizan células anormales y las comparan contra
las tumorigénicas, omitiendo las etapas intermedias que son cruciales en el
cáncer cérvicouterino, segunda causa de muerte por tumores malignos de mujeres
en México, dijo Jesús Adrián López.
La investigación hasta el momento sólo se ha
realizado in vitro, por lo que la siguiente etapa es pasarlo a un modelo animal
para comprobar los resultados, y de ser positivos, aplicarlo a una población
mucho más amplia. Estamos hablando de un proceso largo que puede tomar más de
10 años para obtener un fármaco, acotó
el investigador.
Sin embargo, dijo, lo importante del trabajo es
poner la primera piedra en un tema tan complejo, ya que hacer una detección de
VPH y una correlación con las lesiones de cáncer no genera una información
precisa, porque también hay cáncer cércivouterino sin presencia del virus del
papiloma humano, además que tener una infección con VPH no significa que
forzosamente tenga que culminar en cáncer.
De hecho 90% de las personas sexualmente activas en
algún momento de su vida tienen VPH, pero sólo 0.1% desarrolla cáncer
cérvicouterino. Hay que recordar que los factores que lo inducen son
multifactoriales, desde la genética, el sistema inmune, el estilo de vida
y la alimentación, entre otros, dijo el científico egresado del Cinvestav.
Para Jesús Adrián López es importante seguir líneas
alternativas de investigación, como la que él ha iniciado, que ofrezcan métodos
de diagnóstico, pronóstico y terapéuticos más efectivos que los que tenemos
actualmente.
Señaló que hay varios mecanismos del cáncer que aún
no se conocen. Por ejemplo, una vez que entra el VPH a la célula se tiene que
romper el ADN viral para poderse
integrar al genoma celular y es cuando se empieza a generar las lesiones. El
por qué se rompe y en qué momento, aún
se desconoce.
La interacción de VPH al genoma permite que las
oncoproteínas E6y E7 se expresen inmortalizando células pero el evento que
lleva a la formación de células tumorigénicas no se conoce. De ahí que el
experto considere que los perfiles de expresión de microRNAs es determinante
para entender la transformación de células inmortales a tumorigénicas,