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México D.F. Octubre de 2013. - Son muchos los mitos acerca de las terapias hormonales en las mujeres con pre menopausia y menopausia, es un proceso fisiológico normal en el ciclo de vida de la mujer, y no es una enfermedad como muchas la consideran. Con la disminución de las hormonas, aparecen síntomas como sofocos, sudoraciones, fatiga, irritabilidad, insomnio o nerviosismo, que se pueden controlar con TRH.
La Dra. Miriam Negrin; Ginecobstetra, comentó que la expectativa de vida en las mujeres, es de 78 años y representa un reto para quienes padecen el síndrome climatérico, ya que tienen que padecer varios de los síntomas y temen tomar medicamentos que contengan hormonas, por la falta de información y conocimiento para disminuir los síntomas que les provoca.
La menopausia, se considera después de un año de la última menstruación es paso de la etapa reproductiva a la no reproductiva, en promedio, en las mujeres mexicanas ocurre a los 49 años de edad y es precedida por un período de duración variable durante el cual se pueden presentar síntomas característicos.
El Síndrome climatérico: es el conjunto de síntomas y signos que anteceden y siguen a la menopausia, como consecuencia de la declinación o cese de la función ovárica (menopausia). La Premenopausia es el tiempo que comprende los cinco años antes que la menopausia.
La especialista señaló: “A principios del año 2000, las Terapias de Reemplazo Hormonal (TRH) fueron vinculadas sin ningún sustento, como factores de riesgo del desarrollo de cáncer de mama, lo que implicó una disminución en la prescripción y un impacto negativo en la calidad de vida de las mujeres”.
Según datos de la Secretaría de Salud (SSa), en nuestro país se estima que 13 millones de mujeres ingresarán al climaterio y la menopausia. Por lo que es fundamental revertir la percepción negativa respecto a las TRH y ofrecer a las pacientes, los tratamientos de primera línea para fomentar su salud y garantizar su calidad de vida.
Por lo que recalcó: “Actualmente existen estudios que demuestran que las TRH mejoran la calidad de vida de las mujeres durante la menopausia. Este tipo de tratamientos disminuyen de manera considerable los malestares propios de la etapa, sin causar daño alguno a la salud de las mujeres”.
Entre los principales estudios destacan los de la North American Menopause Society (NAMS) (2012), respecto a las TRH. Entre los aspectos relevantes destacan que las terapias son el tratamiento más efectivo para combatir los síntomas de atrofia vulvar y vaginal, y sirven para la prevención de pérdida ósea en pacientes al inicio de su menopausia y de la osteoporosis en mujeres con riesgo elevado de fractura.
En este mismo sentido, la International Menopause Society (IMS) en el 2011, también apoya el uso de las TRH, y recomienda que la duración de la terapia debe ser a criterio de la mujer bien informada y de su médico, Además tienen el potencial de mejorar el perfil de riesgo cardiovascular en las mujeres a través de sus efectos benéficos sobre la función vascular, niveles de colesterol, metabolismo de la glucosa y presión arterial, destacó la experta.
El síndrome climatérico se hace presente en las mujeres de diversas formas y signos.
Síntomas Vasomotores: Bochornos (oleadas de Calor) y Sudoración Nocturna.-Alteraciones Psicológicas: Depresión. Ansiedad/Nerviosismo. Cambios de Humor. Irritabilidad. Insomnio.- Alteraciones Uro-genitales: Resequedad vaginal. Dispareunia (dolor al tener relaciones sexuales). Prurito vulvar (comezón). Incontinencia Urinaria. Inespecíficos: Disminución de la Libido (apetito sexual). Vértigo. Aumento de peso. Artralgias (dolor articular) y Parestesias (adormecimiento). Cambios en la piel. Etc.
Por lo anterior entre los principales objetivos de las TRH se encuentran la reducción de los síntomas vasomotores, conocidos comúnmente como “bochornos”; irritabilidad la prevención de la atrofia genital; mejorar la función sexual de las pacientes, así como beneficios urinarios, cardiovasculares y de tipo óseo.
Concluyendo, una TH debe ser integral para la paciente como modificar sus hábitos para garantizar su calidad de vida, entre los principales se encuentran: eliminar el tabaquismo; limitar el consumo de grasas, consumir una dieta rica en granos enteros, frutas, verduras y agua; garantizar un consumo adecuado de vitaminas y minerales, especialmente calcio y tener actividad física regular, concluyó la también, Secretaria de la Asociación Mexicana para el Estudio de Climaterio (AMEC).
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