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Sección a cargo de G. Adolfo Ruiz:
El dengue, una enfermedad viral transmitida por el mosquito Aedes aegypti, que estuvo originalmente concentrada en los países del sudeste asiático, sin embargo, durante los últimos 40 años la enfermedad se ha ido expandiendo a otros continentes y Latinoamérica no es la excepción.
Considerada como prioridad en salud pública en muchos países de la región por OPS y un asunto de seguridad nacional en México, en mayo de 2012, el mapa del dengue muestra a Latinoamérica, como una de las zonas más afectadas, ocasionando una saturación de los sistemas de salud y una fuerte carga económica para los gobiernos y para las economías familiares, especialmente para aquellas de ingresos moderados a bajos.
Se estima que el gasto público en dengue en Latinoamérica es de 2,100 millones de dólares, en 2011, por ejemplo, se estima que Brasil gastó 457 millones de dólares en el tratamiento de casos clínicos y confirmados por laboratorio, sin incluir costos indirectos. México, 47 millones de dólares y en Colombia, los costos directos ascendieron a 81,8 millones de dólares, respectivamente.
Solo para dimensionar el impacto de la enfermedad, en el caso particular de México, la cifra invertida supera a la destinada al tratamiento y la atención de una de las peores epidemias del país, como es la obesidad en México (segundo país en el mundo con mayor índice de obesidad).
La carga económica de la enfermedad deriva del aumento dramático de casos. En 2011, se notificaron 1.086.606 casos en el continente americano; casi 20.000 fueron de dengue severo. Esto significa que en promedio se notificaron más de 2.977 casos por día y aproximadamente, más de 120 casos por hora, 2 casos por minuto.
Se estima que se produce más de una muerte por día a causa del dengue en Latinoamérica. El dengue impacta hoy en el mundo a dos veces más personas que el VIH-SIDA.
Brotes: Entre 2008 y 2012 tuvieron lugar graves brotes de dengue en México, Paraguay, Brasil, Bolivia, Ecuador, Colombia y Argentina. Los brotes se suceden año a año y el impacto va en aumento. A mediados de 2011 la situación era tal, que la Organización Panamericana de la Salud (OPS), emitió una alerta epidemiológica.
Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, la región centroamericana, el norte y el litoral de Argentina y México, conviven con la realidad del dengue debido a la extensión de zonas tropicales y subtropicales, cuyas condiciones climatológicas hacen necesario almacenar agua que se conjuga con la disposición deficiente de desechos sólidos, el hacinamiento poblacional y la precariedad habitacional, lo que facilitan la circulación de los mosquitos vectores y la propagación de la enfermedad.
Los factores, que han contribuido con la reaparición y el aumento extraordinario de casos de dengue son numerosos, entre ellos: la urbanización y aumento de los desplazamientos de personas desde y hacia zonas endémicas que facilitan la propagación y circulación de los cuatro serotipos del virus del dengue en toda la región, así como la ausencia en el control eficaz de los mosquitos y la presencia creciente del vector, además los cambios sociales y demográficos, el crecimiento de la población entre los más importantes.
“Estos factores hacen que el dengue haya dejado de ser una enfermedad exclusiva de las zonas tropicales o condiciones de pobreza. Hoy, el dengue es una realidad que avanza sobre Latinoamérica, lo que constituye una problemática de salud pública, por eso es importante tomar conciencia y continuar en el desarrollo de medidas preventivas como la vacunación, manteniendo no solo las actividades de control del vector, sino también la más importante, mantener a la población constantemente informada” señaló el Doctor César Mascareñas; Director Médico para América Latina de Sanofi Pasteur.
Sobre la enfermedad: El dengue es una enfermedad febril producida por el virus dengue (serotipos 1, 2, 3 y 4), que se trasmite por picadura del mosquito; Aedes Aegypti. Esta enfermedad representa una amenaza para la mitad de la población mundial. El dengue hemorrágico (DH), la forma más grave, es la principal causa de hospitalizaciones, que generan una sobrecarga para los sistemas de salud, que cuentan con recursos limitados y un importante impacto económico y social.
Los padres de un niño con dengue tienen que vigilar que el niño no desarrolle dengue hemorrágico o síndrome de shock. Ambos pueden provocar la muerte.
Síntomas: en caso de presentar fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares y de articulaciones, dolor detrás de los ojos, náuseas, vómitos y aparición de pequeñas manchas rosadas en la piel, se recomienda acudir al médico inmediatamente. Es importante evitar la automedicación, ya que no todos los analgésicos son recomendados y podrían ocasionar efectos adversos de gravedad y empeorar el cuadro clínico, enfatizó.
Medidas preventivas:
* Cambiar con frecuencia el agua de jarrones, floreros, peceras y bebederos de mascotas.
* Despejar las canaletas y recodos para que fluya el agua de lluvia.
* Impedir que los recipientes acumulen agua.
* Hacer agujeros de drenaje a las macetas y colocarles arena y/o piedra.
* Revisar las plantas cuyas hojas verdes pudieran formar depósitos de agua y eliminarlos.
* Desechar los objetos inservibles capaces de acumular agua de lluvia (neumáticos viejos, latas, botellas, juguetes y frascos).
* Usar telas mosquiteras y repelentes.
* En lo posible, usar camisas de manga larga y pantalones largos de colores claros.
Según la OPS, los países de la región concentran sus esfuerzos a través de una Estrategia de Gestión Integrada, para la prevención y control del dengue (EGI-dengue). Es fundamental trabajar con amplia coordinación entre todos sus componentes, para potencializar al máximo las capacidades nacionales y no dar solo una respuesta desde el sector salud, sino organizar una respuesta global con la participación de todos, incluyendo a la comunidad.
La reducción de la mortalidad por dengue, requiere de un proceso organizado que garantice el diagnóstico temprano, tratamiento y la remisión de casos a los servicios de atención, concluyó el directivo de Sanofi Pasteur.