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Sección a cargo de Adolfo Ruiz:
En México, el pie diabético es la principal causa de amputación de acuerdo a datos del Instituto Mexicano del Seguro Social. La presencia de lesiones como úlceras, uña encarnada, callos, ampollas, pie de atleta y onicomicosis, que es una de las más comunes, puede traer esta grave consecuencia, evitable con medidas preventivas como el control de la diabetes y la atención especial al pie diabético. Estas lesiones son difícilmente detectables para el paciente con diabetes mal controlada, debido a la falta de sensibilidad al dolor, característica en la enfermedad.
La atención se hace más urgente si se considera que en México, la población aproximada de personas con diabetes puede llegar a los 10 millones de personas, y que de cada 100 de ellas, 10 sufren de pie diabético y de éstas, una de cada 3 termina en amputación.
Según el Consenso Internacional sobre Pie Diabético, es una infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos, relacionados con alteraciones neurológicas (insensibilidad al dolor y afecciones motoras) y distintos grados de enfermedad vascular periférica (oclusión de las arterias) en las extremidades inferiores, que afecta a pacientes con diabetes mellitus.
El Dr. Edgar Álvarez Trejo; médico cirujano, especialista en cirugía del pie y director de la Escuela Podológica de México, explicó que la diabetes afecta los pies de dos maneras principalmente:
“El dolor es un mecanismo de defensa del cuerpo que nos alerta que algo anda mal. Para el paciente diabético es muy peligroso no sentir dolor, ya que pueden pasar inadvertidas las primeras señales de lesiones comunes que pueden tener severas consecuencias si no son atendidas en sus inicios”, advirtió el Dr. Álvarez Trejo.
El problema dermatológico más frecuente y común en el paciente diabético es la onicomicosis, que afecta a uno de cada tres pacientes. Es una infección causada por hongos en las uñas de los pies (y manos). Los signos más característicos son el engrosamiento de la uña, cambios en la coloración, adoptando tonos amarillentos, verdes, cafés o negros, y el desmoronamiento de la misma.
En el paciente diabético la onicomicosis incrementa el riesgo de otros padecimientos de los pies, como infecciones bacterianas, ulceración y gangrena, por lo que es evidente la necesidad de un tratamiento antimicótico local preventivo, a largo plazo.
El Dr. Álvarez Trejo explicó: “Es importante considerar que el paciente con diabetes presenta características especiales, ya que frecuentemente toma otros medicamentos para problemas de salud adicionales, derivados de la enfermedad”.
Por ello, el tratamiento tópico con Amorolfina, en laca se recomienda para la prevención y tratamiento de la onicomicosis, cuando la infección no ha llegado a la matriz de la uña, se aplica una vez por semana como esmalte de uñas, lo que facilita al paciente el apego al tratamiento.”
La amorolfina pertenece a un grupo de medicamentos denominados antifúngicos tópicos. La laca para uñas Loceryl, no debe utilizarse de nuevo en pacientes que hayan demostrado hipersensibilidad al tratamiento.
¿Cómo prevenir el pie diabético, las lesiones y sus consecuencias?
El Podólogo José Hilario Hernández, miembro de la Asociación Mexicana de Quiropedistas y Podiatras, A. C., indicó: “Lo primero que el paciente debe hacer es controlar la diabetes mediante el manejo adecuado de los niveles de glucosa en la sangre, a fin de retrasar y prevenir los problemas en los pies asociados con esta enfermedad”.
Además, el especialista recomendó los siguientes cuidados rutinarios de los pies:
“La inspección diaria es muy importante. “Los pies deben lavarse diariamente, mantener limpias y arregladas las uñas del pie, utilizar calzado y calcetines adecuados, el consejo del especialista en podología es consultar regularmente al podólogo o médico. Si no se les atiende a tiempo, las infecciones menores pueden agravarse, con severas consecuencias para la salud, bienestar y calidad de vida del paciente”, concluyó.