|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Sección a cargo de: Adolfo Ruiz.
Para conocer más a cerca de este padecimiento se realizó una conferencia de prensa acompañada de una experiencia sensorial, para entender lo que sienten los pacientes con este padecimiento. La alta mortalidad de este padecimiento es propiciada, principalmente por un mal diagnóstico o un diagnóstico tardío. Por ello se realizan esfuerzos para su detección oportuna, además deben estar acompañados de una terapia innovadora
Situaciones como el aumento de la longevidad de las personas, la adopción de malos hábitos alimenticios, dejar de comer por tiempo prolongado o comidas copiosas con alto contenido de grasas y azúcares refinados (refrescos) han derivado en un incremento de los índices de obesidad y sobrepeso en la población mexicana, resultando no sólo en padecimientos crónico-degenerativos, como la diabetes y en enfermedades cardiovasculares, sino también en ciertos tipos de cáncer, como el de colon y recto.
Datos revelan que en la década de 1998 a 2008 aumentó el número de casos de cáncer de colon y recto en un 69 %, al pasar de 1,605 a 2,525 pacientes, sobre todo en la edad productiva de 45 a 64 años, por lo que se pronostica aumente el número a 54 personas diagnosticadas diariamente a finales de 2011, convirtiéndolo así en un problema de salud pública a nivel nacional.
Durante la conferencia de prensa la Doctora Elizabeth Escobar; Oncóloga del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, explicó: “La alta mortalidad es propiciada, principalmente, por un mal diagnóstico o un diagnóstico tardío, los síntomas más frecuentes incluyen hemorragia rectal, cambios en las defecaciones y dolor abdominal, estos pueden variar del sitio del tumor y la extensión de la enfermedad.
En la mayoría de los casos, el cáncer colorrectal se desarrolla a partir de pequeños crecimientos en forma de hongos, llamados pólipos, que se forman en el recubrimiento del colón o del recto. Si un pólipo se convierte en tumor y se detecta en una etapa temprana, con frecuencia puede ser retirado.
Los esfuerzos de detección oportuna deben estar acompañados de terapias innovadoras que ayuden a detener la progresión de la enfermedad, entre las opciones existentes se encuentra la capecitabina; quimioterapia oral que ha demostrado ser eficaz, segura y con menos efectos secundarios que otras terapias convencionales, otra alternativa de tratamiento son los medicamentos biológicos como bevacizumab (indicado para Cáncer colorrectal en etapa avanzada o metastásico (invasivo), donde el paciente incrementa de manera importante su tiempo y calidad de vida además de una progresión libre de la enfermedad.
Factores de Riesgo: Malos hábitos de alimentación (alta en grasa animal y proteínas y baja en fibra), Alto índice de masa corporal (obesidad), Una historia familiar de cáncer colorrectal /pólipos intestinales, Edad (principal factor de riesgo que se incrementa después de los 50 años), Falta de actividad física programada (ejercicio), Consumo elevado de alcohol y Tabaco.
Síntomas: Pérdida de peso inexplicable, Dolor en el abdomen ó recto, Sensación de no haber vaciado adecuadamente el intestino, Aumento de gas en el abdomen / sensación de plenitud, Un cambio en el hábito normal del intestino (diarrea ó constipación), sin una razón aparente y Presencia de sangre en heces
Tratamiento:
•Cirugía (resección): para los pacientes cuyo cáncer de colon o de recto se encuentra en etapas tempranas y no se ha diseminado hacia otras partes del cuerpo (hígado ó pulmones). La cirugía puede tener intención curativa y se puede utilizar en combinación con radioterapia ó quimioterapia.
•Radioterapia: La terapia con radiación, ó radioterapia, con frecuencia se utiliza además de la cirugía y la quimioterapia para reducir las oportunidades de que el cáncer regrese después de operarse (recurrente).
•Quimioterapia: La quimioterapia posterior a la cirugía (adyuvante) también se puede administrar para que el cáncer regrese, o cuando el cáncer se ha diseminado, para reducir los síntomas, mejorar la calidad de vida y extender la supervivencia útil tanto como sea posible.
•Terapias biológicas. Desde hace poco más de cuatro años se sabe que el tratamiento del cáncer CCR en etapas avanzadas (metastásicas) debe de basarse fundamentalmente en impedir la nutrición del tumor a través del bloqueo directo de la angiogénesis (formación de nuevos sanguíneos) con lo que se ve complementada en forma muy eficaz..
Este bloqueo puede llevarse a cabo gracias a la terapia biológica de Roche; Bevacizumab, que impide vías específicas del crecimiento tumoral, bloqueando el flujo de sangre con nutrientes y oxígeno al tumor, inhibiendo la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis) con el fin de evitar su crecimiento y apoyando a un control de la enfermedad.
Finalmente, la especialista señaló: “Es crucial hacer un llamado a la población a informarse y asegurar la difusión de los síntomas clave así como de la importancia de un diagnóstico oportuno pero sobretodo, evitar la automedicación que únicamente disfrazará la enfermedad direccionando al paciente a consecuencias fatales”. Para mayor información visite el sitio: www.roche.com.