REDACCIÓN:

1.-  Ojo con la cantidad y procedencia de los carbohidratos.

Prácticamente, todos los alimentos contienen proporciones diferentes de carbohidratos. Según el sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, como valores promedio, mencionamos algunos ejemplos: una porción de verdura contiene en promedio 4 gramos de carbohidratos; una porción de fruta, 15 gramos; leche sin azúcar, 12 gramos; y una porción de un alimento del grupo de cereales aporta en promedio 15 gramos del nutrimento.

Una persona con una dieta de 2,000 Calorías diarias necesitará 300 gramos de carbohidratos para una alimentación equilibrada.  Deben de estar distribuidos a lo largo del día en los 5 tiempos de comidas: desayuno, comida, cena y dos refrigerios.

Consumir más de lo que el cuerpo necesita, conduce al aumento de peso, independientemente de la fuente de procedencia. No obstante, conviene recordar que no sólo es importante la cantidad de energía que se ingiere, sino también de dónde se obtiene (calidad de la misma). Nuestra dieta debe ser variada y equilibrada, debemos mantener en equilibrio el reparto de nutrimentos, considerando los grupos de alimentos del Plato del Bien Comer.

Así, debemos comer carbohidratos en las cantidades adecuadas, y una mayor cantidad de carbohidratos complejos que simples.

2.- Cuándo consumirlos.

Es importante no omitir los carbohidratos en las diferentes comidas del día: Desayunar con una fuente de carbohidrato complejo ayudará a sentirte satisfecho por más tiempo y tener energía para el día. Consumir una fuente de carbohidrato después del ejercicio físico favorecerá a la recuperación de los músculos. Un estudio realizado por la Hebrew University of Jerusalem, sugiere que incluir carbohidratos en la cena favorece el control del apetito ayudando a mantener el peso y disminuyendo la grasa corporal.

3.- Combina.

Combinar de forma adecuada fuentes de carbohidratos beneficia la salud brindando una mayor cantidad y calidad de nutrimentos. Por ejemplo, combinar una leguminosa con un carbohidrato (frijoles y tortilla) proporciona al cuerpo humano proteínas de alto valor biológico.     

Muchos alimentos fuente de carbohidratos, como son los cereales para el desayuno, harinas, panes, pastas y hasta la tortilla, por lo general los encontramos en el mercado, adicionados con vitaminas y/o minerales; por ejemplo, vitaminas del complejo B, vitamina C, ácido fólico, hierro, calcio, entre otros. Además de que nos aportan los beneficios natos del mismo grano (ya sea maíz, trigo, avena), al consumirlos estamos ingiriendo una mayor gama de nutrimentos.

Los carbohidratos, dentro de una dieta correcta son saludables en todas sus formas y variedades. Busca consumirlos de forma correcta, para que ellos puedan aportar a tu salud todos sus beneficios sin originar que incrementes de peso. Acude con un nutriólogo si tienes dudas de cuántas porciones o gramos de carbohidratos son las recomendadas para ti. Para mayor información: contacte:  www.insk.com, insk.mexico@kellogg.com, www.facebook.com/inskmx y @inskmx

Referencias: Patiño Restrepo José F. Metabolismo, Nutrición y Shock. Ed. Médica Panamericana, 2006. Casanueva Esther, Kaufer Martha, Perez Ana B. Nutriología Médica. Ed. Médica Panamericana. 2008. New research: limiting carbs to dinner-time increases satiety, reduces risk for diabetes and cardiovascular disease. 2012. Disponible en: http://www.huji.ac.il/cgi-bin/dovrut/dovrut_search_eng.pl?mesge135262755005872560 Marván L. Leticia; Pérez L. Ana Berte; Palacios G.Berenice. Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, 2a ed.