Sección: LIBROS


PRESENTAN LIBRO QUE BUSCA CONTRIBUIR A TRANSFORMAR LA EDUCACIÓN DEL PAÍS

* Así como no siempre queremos comer, tampoco estamos siempre dispuestos a aprender, por lo que hay que diseñar el momento oportuno, plantea Ricardo Cantoral.

REDACCIÓN:

México. D.F. Un error de los sistemas educativos ha sido el pensar que los actos de aprendizaje e ideas complejas ocurren en la intimidad de un aula; la escuela sólo nos permite dominar un conjunto de técnicas, nos ayuda a organizar la información, a socializar, a construir amistades, pero el lugar donde uno aprende es casi en cualquier circunstancia, planteó Ricardo Cantoral Uriza.

El científico adscrito al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) señaló que hasta hace algunos años los problemas  de aprendizaje de un niño se reducía a su incapacidad o falta de disciplina, pues no había una explicación seria sobre qué era aprender, construir, qué era enseñar, por lo que de acuerdo con el investigador del Cinvestav, lo que faltaba al campo de la Matemática Educativa era evidencia empírica acumulada.

Así como no siempre queremos comer, dijo, tampoco estamos siempre dispuestos a aprender, por lo que hay que diseñar el momento oportuno, pero esto exige procesos más prolongados, pues es necesario entender cómo las personas aprenden y cómo construyen.

Cantoral quien obtuvo en el año 2000 la prestigiada beca Guggenheim por la creación de una teoría sobre la construcción social del conocimiento matemático, catorce años después presenta un libro que encierra este planteamiento: Teoría Socioepistemológica de la Matemática Educativa. Estudios sobre la construcción social del conocimiento.

Este texto busca contribuir al entendimiento público de los procesos educativos en matemáticas a través de tres grandes cambios: aula extendida, valor de uso del saber matemático y la formación ciudadana para una sociedad del conocimiento.

Para el Jefe del Departamento de Matemática Educativa del Cinvestav el reto es democratizar el aprendizaje, plantea que hay una forma efectiva en que los niños y jóvenes disfruten y aprendan matemáticas, mediante la construcción de escenarios sociales más allá del aula.

En su libro el autor, habla del revolucionario concepto de aula extendida, para quien extender es “derribar la quinta pared”, nos muestra que la construcción social del conocimiento está más arraigada a las actividades propias de los seres humanos, en su cotidianeidad, es algo que incluso exige procesos progresivos de desescolarización.

A lo largo de los seis capítulos que conforman el libro, el ganador del Premio Ciudad Capital “Heberto Castillo” hace un ejercicio profundo sobre la construcción colectiva del conocimiento mediante la Socioepistemología como marco teórico para la investigación.

Se ocupa del problema de la conformación del saber matemático en el ámbito didáctico, asumiendo la legitimidad de toda forma de saber, sea este popular, técnico o culto, pues se considera que ellas, en su conjunto, constituyen lo que denominamos sabiduría humana.

Ejemplifica los procesos de construcción social del conocimiento y su difusión institucional mediante el análisis de fuentes diversas: el trabajo del toxicólogo elaborando protocolos, las labores agrícolas de siembra y cosecha, los procesos de medición, compra–venta y trueque en comunidades rurales o bien en la matematización de la física clásica.

De acuerdo con el también miembro del Consejo consultivo del Comité Latinoamericano de Matemática Educativa, desde el punto de vista académico o teórico, el problema educativo está resuelto pues sólo habría que poner en funcionamiento los hallazgos de las teorías sobre cómo se produce el conocimiento, lo que nos impide avanzar son factores que van desde lucha de poderes, intereses económicos o políticos, y las inercias al cambio, señaló, el científico del Cinvestav.

Ricardo Cantoral, enfatizó que la Matemática Educativa es una disciplina científica cada vez más consolidada y está viviendo un cambio generacional, por eso se muestra orgulloso de los frutos de impulsar desde la década de los 90 una escuela de pensamiento, que hoy se refleja en la escuela de Matemática Educativa del Cinvestav Zacatenco, que sigue siendo, metafóricamente, “la meca” de esta disciplina en muchos sentidos.


Publicado: 24/03/2014