Sección: AVANCES MÉDICOS


TIEMPO Y DIAGNÓSTICO; VITALES EN INFARTO DEL MIOCARDIO.

* “En Infarto, el Tiempo es Vida”, existen fármacos (reperfusión), administrados lo antes posible, disuelven los coágulos y aumentan las tasas de supervivencia y recuperación. La (reperfusión), la cirugía y otros procedimientos para tratar los síntomas y restaurar el flujo sanguíneo hacia el tejido medio (miocardio) del corazón“.

Por G. Adolfo Ruiz J..

México D.F.  9  diciembre, 2015. En México ocurren entre 250,000 y 290,000 infartos agudos de miocardio al año, es decir, uno cada 2 minutos. Su atención debe enfocarse en restablecer de inmediato el flujo sanguíneo y normalizar el pulso del corazón. Existen fármacos que, si se administran lo antes posible, disuelven los coágulos, ello aumenta las tasas de supervivencia y recuperación.

La campaña: “En Infarto, el Tiempo es Vida” consiste en sensibilizar a los médicos e informar a la población sobre la importancia de atender inmediatamente un infarto agudo al miocardio (IAM), por ello el Instituto Nacional de Cardiología y la Sociedad Mexicana de Cardiología se unen para dar a conocer el objetivo de la campaña y  la importancia de la atención rápida de un infarto.

El Síndrome Coronario Agudo (SICA) afección que detiene o disminuye el flujo de sangre al corazón de las arterias que lo alimentan y oxigenan, atrofiando su funcionamiento normal llegando a dañar gravemente el tejido cardiaco.

Por ello el doctor Marco Martínez Ríos, director del Instituto Nacional de Cardiología expuso un panorama de la prevalencia del Infarto Agudo al Miocardio (IAM) en México: “En nuestro país ocurren alrededor de 80,000 decesos al año por esta causa  y más del 50 % de las personas afectadas fallecen antes de llegar a un hospital, el actuar con inmediatez es esencial para la vida en la atención del paciente”.

El síntoma más común de SICA, es dolor en el pecho que puede presentarse rápidamente o de forma intermitente, e incluso empeorar durante el descanso. Así como dolor en el hombro, brazo, cuello, mandíbula, espalda o la zona del vientre; una molestia que se siente como opresión, constricción, aplastado, ardor, ahogamiento o dolor sordo, una molestia que se presenta en reposo y no desaparece fácilmente cuando toma medicamentos, así como falta de aire, ansiedad y náuseas, entre otros”.

Existe una sustancia grasa llamada placa;  compuesta de colesterol, grasa y otros productos de desecho, que pueden acumularse en las arterias coronarias del corazón, además puede bloquear el flujo de sangre de dos maneras: estrechar, con el paso del tiempo, hasta dañar una arteria y provocar síntomas o bien, se desprende repentinamente y alrededor de ésta se forma un coágulo de sangre, estrechando o bloqueando la arteria”

En su exposición  el doctor Carlos Martínez Sánchez, expresidente de la Sociedad Mexicana de Cardiología y jefe de la Unidad Coronaria del INC, refirió: “El objetivo del tratamiento del IAM,  es restablecer la circulación coronaria a la brevedad posible para reducir el daño al tejido cardiaco por el bloqueo de alguna o varias arterias coronarias, disponemos de diversas opciones para deshacer o desbloquear las arterias con fármacos  (reperfusión), cirugía y otros procedimientos para tratar los síntomas y restaurar el flujo sanguíneo hacia el tejido medio (miocardio) del corazón“.

El fármaco más común es el activador del plasminógeno tisular natural (tenecteplasa); se debe suministrar durante la “hora de oro”, es decir, los primeros 60 minutos posteriores cuando se presentó por primera vez el infarto y que podría ser administrado en cualquier servicio de urgencias del país con esto la mortalidad disminuye al máximo, pero éste pierde eficacia conforme pasa el tiempo, por ello nuestra campaña es  para hacer una llamado conjunto a buscar que en todo México se haga reperfusión a todos los pacientes con IAM”.

El doctor Enrique Gómez Álvarez, Jefe de la División de Cardiocirugía del Centro Médico Nacional 20 de Noviembre del ISSSTE, señaló: “Entre las opciones de emergencia para abrir las arterias coronarias estrechadas o bloqueadas está  la angioplastia, “procedimiento quirúrgico que se debe llevar a cabo dentro de los primeros 90 minutos después de llegar al hospital y antes de 12 horas después del ataque cardíaco. Otra alternativa, la colocación de un stent, (pequeño tubo de malla metálica que se expande dentro de la arteria coronaria), y suele colocarse regularmente después o durante una angioplastia y evita que la arteria se cierre de nuevo”.

Acotó: “Algunos pacientes pueden necesitar cirugía de revascularización coronaria, llamada cirugía a corazón abierto, para abrir las arterias coronarias bloqueadas. En el ISSSTE  damos como primera opción fármacos para disolver el coágulo y sabemos que es mejor suministrarlos lo antes posible, dentro de las tres y hasta seis horas siguientes al inicio del dolor torácico, es la terapia trombolítica o reperfusión con fármacos”

Finalmente los cardiólogos, coincidieron; que se debe reperfundir a todos los pacientes con IAM, ya que el tiempo es vida, y la elección del mejor método de reperfusión (farmacológico o mecánico como la cirugía) es el que mejor se ajuste a cada situación social, demográfica y geográfica

Lo importante siempre será estabilizar al paciente, restablecer el flujo sanguíneo para buscar disminuir el daño al músculo cardíaco, reducir la mortalidad, aumentar las tasas de supervivencia y recuperación así como las comorbilidades asociadas a este padecimiento, concluyeron los especialistas.


Publicado: 21/12/2015