Sección: SEGURIDAD

Seis meses de exposición a riesgos naturales hace imperativa la protección de un seguro.

* Los desastres natrales como los terremotos, huracanes y tsunamis, no se pueden predecir con exactitud ya que son inesperados, por vello causan grandes pérdidas materiales.

Redacción RD:

CDMX  junio 2018.- La temporada de ciclones tropicales ha llegado y, según el Servicio Meteorológico Nacional, se extenderá hasta el 30 de noviembre; lo que significa que tendremos más de seis meses de exposición latente a riesgos naturales. Especialmente en las zonas costeras del país en donde la población necesita estar alerta, informada y protegida en la mayor medida posible.

Contar con un plan de prevención y protección a través de un seguro para el hogar, o el negocio es una medida oportuna para minimizar los posibles impactos, que pueden ir desde algunas interrupciones en la operación de los negocios, hasta mayores pérdidas económicas o humanas.

“Es muy importante, antes de contratar un seguro, checar bien cuál es el idóneo para proteger los bienes inmuebles, hacer un diagnóstico previo de los riesgos y desde luego tomar las medidas preventivas correspondientes”, comentó Leonardo Fantini, responsable de propiedad y riesgos especializados de AIG Seguros México.

Hoy en día es prioritario proteger el patrimonio, ya que reponerse de un golpe como la pérdida del negocio o de un inmueble a causa del impacto de un fenómeno natural, puede llevar una generación recuperarlo.

En 2017, las pérdidas globales por catástrofes naturales alcanzaron 330,000 millones de dólares y menos de la mitad el 41 % estaban aseguradas, según estimaciones de Munich Re, firma global de reaseguro.(2) Esto posicionó a dicho año, como el segundo de catástrofes naturales más costoso en términos económicos, sólo superado por el 2011, cuando el terremoto y el tsunami de Tohoku en Japón detonaron pérdidas económicas del año equivalentes a 345 mil millones de dólares actuales.

Prioritario contar con la protección de un seguro contra desastres naturales,  tanto para casas habitación como para inmuebles en general, ha pasado de ser una opción a una verdadera necesidad, tal como los gobiernos recurren a seguros de protección contra desastres naturales con la emisión de bonos catastróficos. Este es un mecanismo de seguro paramétrico, que proporciona pagos para ayudar a los países a financiar su respuesta inicial de desastre una vez que se activan ciertas condiciones.

“La población debe tener conciencia del riesgo al que está expuesta y buscar también instrumentos financieros que le proporcionen mayor seguridad en caso de un desastre natural”, señaló el ejecutivo de AIG Seguros.

En el país hay un área de oportunidad en cuanto a incentivar la cultura de la prevención. A pesar de la alta exposición de México a los efectos de diversos desastres naturales, la penetración del seguro para protección del hogar o la empresa es baja. La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), destacan que sólo 5% de los micronegocios y 15 % de las pequeñas y medianas empresas cuentan con un seguro contra desastres naturales.

“Por ello, es fundamental un diagnóstico de riesgos profesional y a profundidad, como una de las mejores medidas para mitigar los costos económicos en caso de afectación por algún desastre de la naturaleza”. El sector asegurador tuvo un rol primordial en la recuperación y reactivación de la economía en las ciudades mexicanas afectadas durante el 2017, tanto por tormentas en las zonas del sureste y pacífico, como por los terremotos de septiembre.

“Tenemos un sector asegurador fuerte y solvente que ha permitido ayudar a las familias y a la economía en su conjunto, hacer frente a choques que día a día estamos expuestos”, destacó el secretario de Hacienda José Antonio González Anaya en la 28ª Convención de Aseguradores de la AMIS.

La temporada de ciclones 2018, dio inicio en el Pacífico el pasado 15 de mayo y hacia el 1º  de junio se hará presente en la zona del Atlántico, el Caribe y el Golfo de México, desarrollándose a lo largo de cinco meses más, según información de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.

Datos del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred) destacan que en México el impacto económico de estos eventos está aumentando, debido a una mayor exposición de las personas y los activos. En el periodo de 1980 a 1990, el costo promedio de los daños fue de 700 millones de dólares, pero de 2000 a 2014 fue de 2 mil 147 millones de dólares.

Los daños más importantes causados por catástrofes naturales durante el 2017 fueron causados por tres huracanes Harvey, Irma y María (HIM) que azotaron Estados Unidos y el Caribe. Estos huracanes causaron daños asegurados combinados de 92,000  millones de dólares, convirtiendo la temporada de huracanes del Atlántico Norte de 2017 en la segunda más costosa desde 2005. (4)

Medidas preventivas; A diferencia de un simple checklist, los especialistas de AIG recomiendan un análisis profundo sobre los sistemas de protección y su capacidad de reacción ante una emergencia, desarrollado por un grupo de ingenieros experimentados, quienes además ofrecen una serie de recomendaciones importantes para disminuir su riesgo.

“Para adquirir un seguro de este tipo es fundamental conocer la exposición o riesgo que hay en una zona determinada, evaluar qué tipo de riesgos se quieren proteger. Es necesario controlar y saber si se puede cubrir el riesgo expuesto y finalmente determinar qué se protege y cuál es el valor de los bienes”, concluyó Fantini.


Publicado: 27/06/2018
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